lunes, 25 de abril de 2016

¿Que significa y cual es el origen de la palabra Tarot?

La etimología de la palabra Tarot.

Existen diferentes versiones y opiniones sobre la etimología y el origen de la palabra Tarot.

El as de pentaculos.
El origen de la palabra Tarot no está claro ni el lugar concreto en que se originó. Muy poca información hay al respecto y un exceso de leyendas, como casi siempre pasa con estos temas relacionados con lo oculto.

Si bien algunos tratan de situarlo en el antiguo Egipto afirmando que viene de “Taor” que en antiguo egipcio significa “Taur”, el dios de la obscuridad. O de “Ator” que en antiguo egipcio significa “Venus o La gran madre”.

Hay quienes dicen que proviene del hebreo, otros afirman que del griego de la palabra Eratoi, que significa compañeros; algunos del árabe, de la palabra Tar, que es enemigo; otros del latín y la palabra Terere, a la que podemos traducir como barajar, o “Rota” que en latín significa “Lo que habla” o “La rueda de la vida y la muerte” y “Orat” que en latín significa “El hombre que reza.”

Otros defienden que su etimología proviene de la Doctrina de Coth, algunos eruditos y otros estudiosos del tema fijan su origen en torno a la Edad Media o incluso del chino.

Otra teoría nos dice que deriva de la palabra húngara “Tar”, un término derivado de “Taru” y traído de la India por tribus nómadas.

Mc Gregor Mathers, cree que la palabra egipcia Taru, significa: "para consulta" ó "lo que requiere respuesta", y ciertamente tanto el Tarot como el Zodíaco, para eso son desde su origen: para consultar y que den respuestas.

También hay quienes sólo le encuentran un significado casual, para ellos a las cartas del tarot que se originaron en Italia se las llamaba Trionfi, y más tarde Tarocchi. De ahí que en el siglo XVI los franceses acortando el nombre, lo hicieran a tarot. Así pues, el nombre de tarot no parece tener ningún significado, aunque algunas personas han tratado de encontrarle uno.

“Taroté” es una antigua palabra francesa que más o menos venía a hacer referencia a: una superficie dorada con hojas, troquelada o grabada con un estilete o un punzón para imprimir un dibujo en el oro. Quizá ahí tengamos su origen según unos cuantos.

Como se habrán dado cuenta, todas estas acepciones confirman el origen egipcio del Tarot, pues al cambiar de lugar y de época, las palabras cambiaron de sonido y no de significado.
Ashtaroth o Astarte, conocida por los hebreo como Lilith.
Para Jean Alexandre Vaillant “Tarot” proviene del fenicio Ashtaroth, que es el nombre de la diosa madre progenitora de los seres vivos, este  afirma que la diosa Ashtaroth (As - ta - roth) es la misma Inda-Tartar (Tan-Tara) ó lo que es lo mismo: el Zodíaco. Esto quiere decir que el Tarot podría significar Zodíaco ó relación con el cielo y lo divino.

Court de Gëbelin afirma que Taro es egipcio puro, tomado de: Tar que significa "camino" y de Ro ó Ros ó Rog que significa: "camino real" ó "camino para reyes" ó "camino del rey". Así, siguiendo esta explicación, la etimología del término Tarot hay que buscarla en estas dos palabras procedentes del antiguo Egipto y Tarot significaría entonces el “camino real”. Quizá hacia la sabiduría. Tambien “Taro” en antiguo egipcio significa “que hace girar”.

Papus y Guillaume Postel dicen proviene del tetragrama cabalístico de los judíos. También se le relaciona con el término hebreo de “Théraph”, palabra que se traduce como tablas del oráculo judío, y “Torah” que en hebreo significa ley o “Throa” que en hebreo significa “La Puerta”.

Algunos estudiosos del tema afirman inclusive que es una palabra griega cuyo su significado además de fonético es jeroglífico, compuesta por el stauros griego, antigua letra Tau griega y similar a la tambien antigua letra Tau hebrea; las letras alpha, rho y omega; y nuevamente el stauros anteriormente mencionado. Si bien su pronunciación es “Tarot” esconde en si un significado mucho más profundo que el que aparenta a partir de su nombre, y que de acuerdo a las letras que componen la palabra “Tarot” este vendría a ser:
Simbolo con la palabra tarot en griego circunscrita.
La primera “T” representa el Staurós (σταυρός), que es una palabra griega, usualmente traducida como cruz, y que se utiliza en la Biblia como referencia al instrumento en el que Jesús fue ejecutado. El significado de la palabra ha cambiado a través de los siglos. Pero originalmente significa madero o poste vertical. Cabe destacar que no existe una palabra en griego antiguo que signifique propiamente "cruz"; esta figura solo se encuentra en el latín con la palabra latina "crux". La palabra staurós procede del verbo ἵστημι (histēmi "erguirse, estar de pie"), que a su vez viene del indoeuropeo stao, "tallo", "retoño" (misma raíz de la que vienen el alemán "stern", el inglés "stand" y el castellano "estaca", de significados semejantes).

Alfa (Α α) es la primera letra del alfabeto griego. En griego antiguo su nombre era alpha [ˈalpʰa], nombre que deriva de la antigua letra fenicia ʾalp 'buey'. Su origen gráfico es una cabeza de buey invertida, Las letras que surgieron de Alfa incluyen a la A latina y la A cirilica. Como es la primera letra del alfabeto, el alfa era usado para denotar el principio de algo, como opuesto de omega, que simbolizaba el fin. Por ejemplo, «Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin" (Apocalipsis 22.13).

Ro o rho (Ρ ρ) es la decimoséptima letra del alfabeto griego. En griego antiguo, la ro al principio de palabra se escribía con espíritu áspero (un símbolo que normalmente se reservaba para vocales y que representaba una aspiración) que en caso de la ro representaba, probablemente, una pronunciación de vibrante múltiple (como en castellano). Lo mismo atestigua que, al igual que en español, en griego se escribe con ro doble aquellas palabras compuestas cuyo segundo elemento empieza con esta letra. Por ejemplo: πολύρριζος [po'lyrridzos] "polirrizo" ("de varias raíces").

Omega (Ω: mayúscula; ω: minúscula; en griego ὦ μέγα) es la vigésima cuarta y última letra del alfabeto griego. Su forma recuerda a una Ο abierta por abajo. Fonéticamente se pronunciaba como una O larga de apertura media. Su nombre literal, o grande se contrapone al de la letra ómicron (ὂ μικρόν, o pequeña), que en griego antiguo se pronunciaba como una o breve cerrada. En griego moderno ambas letras se pronuncian como o abierta. Esta denominación es de origen bizantino, en la Grecia antigua se llamaba ō (ὦ) a la omega y ou (οὖ) a la ómicron. Como es la última letra del alfabeto, la omega puede ser usada para denotar el fin de algo, como opuesto de alfa, que simbolizaba el comienzo. Por ejemplo, «Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin» (Apocalipsis 22.13).

El origen del símbolo de omega mayúscula ha sido durante tiempo tema de debate entre los expertos ya que el símbolo data de antes de la creación del alfabeto griego y puede ser examinado en diferentes culturas sin relación llevando a diferentes teorías al respecto.

Este carácter dio origen a letras de otros alfabetos como la omega cirílica (Ѡ), en la actualidad obsoleta, o la runa odal () del futhark antiguo.

Y otra vez al final se repite el stauros, como símbolo de reiteración del ciclo nuevamente desde el comienzo una y otra vez hasta el infinito, diciéndonos algo como la cruz, el principio y el fin, la cruz; que podría entenderse como el eterno retoño, o el que retoña permanentemente, siempre  o eternamente también. 

Y si continuamos haciendo un análisis analógico de este término podríamos llegar a la conclusión de que quiere decir el que vive o esta eternamente vivo, o que vive eternamente, renaciendo una y otra vez de sus cenizas como el ave fénix, resucitando una y otra vez de la muerte, en un regreso eterno y constante a este mundo de sensaciones.
Chi Rho representando a Jesús en la Iglesia Católica de San Ignacio de Loyola en San Francisco, Estados Unidos.
Plaza San Pedro en el Vaticano, Roma. Construida en base al Chi Rho.
Observese el Chi Rho en la sepultura del Papa Juan Pablo I (1912-1978) en las grutas vaticanas.
El Papa Francisco luce un Chi Rho en su hábito durante un acto.
Entonces la traducción más precisa de la palabra Tarot sería: “el que vive eternamente”, algo así como el “yo soy el principio y el fin” cristiano. De ahí la extraña similitud entre el símbolo del Tarot y el “Chi Rho” griego pronunciado “Cairos” de los católicos que quiere decir "auspicioso" y que ha sido designado como simbolo de Cristo.

Y de este con la Rueda de la Fortuna del tarot, que representa al "iod" hebreo que quiere decir "todo", "siempre" o lo que es lo mismo "eterno".
La rueda de la fortuna, décimo arcano del tarot.
En todo caso, lo que parece evidente es que toda la simbología que acompaña a las cartas del tarot está en la memoria de pueblos y culturas muy antiguas, lo que puede indicarnos que la incertidumbre por el futuro, y la facultad de interpretarlo es tan remota como la propia historia del hombre.

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